El trabajo de Claudia Alonso-Allende se inspira en frescos clásicos, reinterpretados para distorsionar sus formas originales y transformarlos en composiciones abstractas. Estas obras juegan con la percepción y la memoria del espectador: las masas de color, aparentemente aleatorias, se combinan con recuerdos y asociaciones para formar figuras humanas y escenas. Sin embargo, lo que realmente se contempla son brochazos y nebulosas cargadas de intención.
El proceso creativo detrás de esta serie es tan fascinante como el resultado. Partiendo de una sólida formación académica y clásica, Claudia se enfrentó al desafío de abstraer sus composiciones. Su búsqueda le llevó a explorar cómo el cerebro humano percibe y reconoce las formas, recurriendo a conceptos de la medicina para comprender los procesos visuales.
La memoria juega un papel fundamental en su trabajo. La imagen final, aunque indefinida y borrosa, captura una esencia más profunda: una fusión de emociones y estímulos, componiendo un «retrato etéreo del alma» en un instante preciso. Por ello, Claudia Alonso-Allende se inspira en frescos, vinculados intrínsecamente a un lugar y un momento específicos. Al no poder ser trasladados, obligan al espectador a vivir la experiencia in situ.
Difuminando las formas y despojando las pinturas de su mensaje original, las obras se convierten en experiencias universales y sensoriales. Este enfoque invita al espectador a reflexionar sobre cómo nuestra percepción moldea nuestra comprensión del mundo y nuestras relaciones con los demás.
El mensaje central de su trabajo es claro: comprender nuestra propia percepción puede ayudarnos a derribar barreras, tanto físicas como mentales, fomentando la empatía y el entendimiento entre personas de diferentes culturas y orígenes. Estas obras son más que simples cuadros; son un puente hacia la conexión humana y la reflexión profunda.
Claudia Alonso-Allende – Arte Abstracto
«Sus obras son espejos etéreos que revelan cómo la percepción y la memoria transforman lo que vemos en un reflejo único de nuestra alma y cultura.»
Claudia Alonso-Allende desafía los límites de la percepción al pintar utilizando técnicas únicas como la visión periférica, que le permite desdibujar las formas mientras construye composiciones abstractas. Completa sus obras desde la memoria, impregnándolas de emociones y experiencias personales que trascienden lo visual. Este enfoque experimental transforma cada cuadro en un diálogo entre lo que vemos, lo que recordamos y lo que sentimos.